La adhesión al recurso de apelación, también llamada apelación adhesiva, es un mecanismo procesal que permite a la parte que no recurrió en tiempo aprovechar el recurso presentado por su contraparte. En El Salvador, se encuentra regulada en el Código Procesal Civil y Mercantil, la Ley Procesal de Familia y el Código de Trabajo.
Este recurso accesorio tiene dos efectos principales. El primero es negativo, ya que elimina el límite de la prohibición de reformatio in peius, lo que significa que el tribunal de alzada puede dictar una sentencia más gravosa para el apelante principal. El segundo es positivo, pues amplía el debate en segunda instancia, obligando al tribunal a pronunciarse sobre los puntos planteados tanto en la apelación como en la adhesión.
Sin embargo, la apelación adhesiva no es autónoma, sino dependiente del recurso principal. Si este se desiste o se declara desierto, la adhesión pierde validez. Además, su alcance se limita a los puntos ya impugnados en la apelación original, garantizando así que no se convierta en una nueva apelación encubierta. De esta manera, la adhesión refuerza la justicia procesal sin vulnerar los plazos ni la seguridad jurídica.
Este artículo forma parte del libro “NOCIONES DE CASACIÓN: Aplicación en el ámbito civil, mercantil, laboral, ambiental y de familia”, que será publicado en el año 2025 por la Universidad de El Salvador.
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